Gritocidio: muerte al grito

Gritocidio es un documental dirigido por Marvin Aguilar que relata los sucesos del 5 de noviembre, que los salvadoreñ@s celebran como el primer grito de independencia, sin embargo en la entrevista que se les hace a diversos intelectuales e historiadores dejan ver que realmente nunca existió ese llamado grito de independencia y lo que realmente paso en esa época era que el pueblo estaba descontento por los gobiernos de la capitanía de Guatemala de ese entonces y por lo tanto exigían cambio de gobernantes, no de la corona española sino de los gobernadores de ese entonces.

También se pone en duda la existencia del prócer Pedro Pablo Castillo ya que no hay ningún texto que haya escrito, lo único que existe es una fotografía que no se sabe si sea de él. El documental muestra diferentes puntos de vista entre ellos los de Pedro Escalante Arce, presidente de la academia de historia salvadoreña, Rafael Lara Martínez, ganador del Premio Nacional de la Cultura 2011, Juliana Ama, indígena, entre otros, pero en conclusión todos afirman lo mismo, no existió tal grito, ni Atlacatl y probablemente Pedro Pablo Castillo.

Esto lleva a una reflexión ¿porque el pueblo salvadoreño se empeña en mantener viva esta historia? a tal grado que es parte del currículo educativo, ¿porque todos los gobiernos salvadoreños lo celebran?, una de esas respuestas es el discurso de la patria, base de la ideología de derecha salvadoreña, una derecha que no se atreve a evolucionar y desprenderse del pasado aferrándose a la mentira para sostener su discurso de la patria.

Dentro de las cosas positivas de esta celebración se podría mencionar, la curiosidad por leer realmente la historia, lo que permite darse cuenta de lo que en realidad sucedió 5 de noviembre en 1811, que tuvo lugar en San Salvador y que de alguna manera marco la pauta para que posteriormente Centroamérica se dividiera en estados lo que dio origen a los diferentes países centroamericanos entre ellos El Salvador.

La población salvadoreña merece un nuevo pacto de nación que comience por el conocimiento y aceptación de su historia, con esa base se va a comenzar a trabajar por crear nuestra propia estructura social y dejar de copiar a otros países. Se necesita un nuevo currículo educativo, en donde se dé a conocer la verdadera historia de nuestro país a los jóvenes porque cuando uno crece se da cuenta que durante años lo han engañado, el sistema educativo debe mejorar para que esa mejora se refleje en la sociedad.